Hace escasamente tres meses, cuando el dólar estaba cerca de los niveles máximos del año (1,05 dólares respecto al euro), el presidente Trump declaró que el dólar estaba demasiado fuerte y que prefería que la Reserva Federal (Fed) mantuviese bajos los tipos de interés. Desde entonces, la depreciación de la divisa estadounidense ha sido constante, y no precisamente porque la Fed haya seguido los deseos de Trump.
Siga leyendo el nuevo post de Jesús Sánchez-Quiñones en su blog de Expansión.